El Hombre Michelin, origen

El Hombre Michelin que conocemos de color blanco fue creado en este color porque los neumáticos de goma para ese entonces eran naturalmente de color gris/blanco. No fue sino hasta el año 1912 en Francia, que se mezclaron productos químicos de carbono con los neumáticos blancos, lo cual los volvió negros, como se conocen hoy en día. Algo que solamente obedece a un cambio estructural y no estético ya que, agregando carbono a la materia prima, podían ofrecer cauchos más duraderos.

Al mismo tiempo, Michelin durante esos años comenzó a revisar los restaurantes para que más personas pudieran viajar mayores distancias en sus automóviles y encontraran restaurantes donde pudieran comer y lugares confortables, donde alojarse. Esta iniciativa tenía como propósito que más gente viajara por carretera desgastando así más rápido sus neumáticos y se verían obligados a reemplazarlos.

De esta forma, nace la conocida guía Michelin, en los años 1926 como una pequeña edición impresa con tapas rojas, donde se ofrecían mapas de las carreteras principales, un manual de instrucciones, con algunas referencias mecánicas, listado de los mejores lugares de alojamiento y una guía gastronómica, con el sistema de estrellas Michelin aunque inicialmente solamente se otorgaba la mención de una estrella, para resaltar la calidad y buena comida del lugar, con el paso del tiempo crearon la valoración máxima de tres estrellas, conocida hoy en día y se ajustaba a los siguientes criterios:

1 Estrella: «Muy buen restaurante en su categoría».

2 Estrellas: «Excelente cocina, merece la pena desviarse»

3 Estrellas: «Cocina excepcional, merece un viaje especial»

Actualmente la Guía Michelin considera cinco puntos: calidad de los ingredientes, dominio de los sabores y técnicas de preparación, la personalidad del chef en sus alimentos, valor por el dinero gastado y la consistencia entre las visitas.

Para garantizar la imparcialidad y equidad de su evaluación, hay un grupo de calificadores que visitan cada restaurante de forma anónima. Reservan mesa, piden su comida, comen y pagan la cuenta como cualquier otro cliente. Con esta independencia y anonimato, los inspectores dedican toda su atención a evaluar los restaurantes, independientemente del tiempo que ello requiera.

Por eso, un siglo después de su creación, la Guía Michelin sigue siendo una referencia en el mundo de la gastronomía. Donde cada decisión para seleccionar y potencialmente distinguir un restaurante se toma colectivamente, tras varias visitas de diferentes inspectores.

En el año 2024, España cuenta con 333 estrellas Michelin repartidas en 271 restaurantes