Recientemente tuve la suerte de ver un vídeo con un extraordinario aporte, sobre los verdaderos valores y diferencias entre la honestidad y la integridad, donde se aprende que la primera es preciosa, mientras que la integridad, no tiene precio.
Aunque el vídeo hace referencia a Latinoamericana y sus gerentes, con frecuencia en Venezuela, específicamente, llevamos esta discusión al desgastado plano político, donde la falta de ambos valores por igual, nos obligan a pararnos frente al espejo, y poner mucho mas de nuestra parte para rescatar estas importantes disciplinas.

- Honestidad, habla de lo que yo hago
- Integridad, habla de lo que yo soy
- Honesto, es lo que yo digo
- Integro, es lo que yo pienso
- Honestidad, es lo que reflejo en cualquier acto público
- Integridad, es lo que yo hago sin que nadie me estén viendo
Por tanto, el ejemplo que demos a los niños debe ser transparente y pensando en la herencia que le dejamos a las próximas generaciones, ya que los niños, aprenden solo el 30% de nuestras palabras, mientras que un 70% emulan lo hacemos.
Luego de ver este vídeo podemos concluir una vez más, que la esencia de todo, es cumplir lo que predicas y respetar tus principios, como disciplina de vida.
La integridad es algo que se transmite, no es algo que se enseña.
Desde aquí, feliz jornada y saludos para todos, especialmente a los que a diario ponen de su parte para tener un mejor país.