Por cosas que nos pasan con muchísima frecuencia, o situaciones que enfrentamos en la vida laboral, es muy común que las conversaciones que tenemos con personas que piensan diferente a nosotros terminen mas de una vez, en discusiones acaloradas, por falta de un acuerdo o simplemente por mantener «perspectivas» diferentes; han sido tantos los casos que se han presentando que alguien (desconozco el autor) se dio a la tarea de escribir esta analogía, donde nos ilustra una conversación entre un burro y un tigre, para demostrarnos los diferentes puntos de vista que surgen en un desacuerdo.
La peor pérdida de tiempo es discutir con el necio y el fanático a quien no le importan las verdades, y sólo defiende sus creencias e ilusiones. Hay muchas personas que, aunque les presentemos evidencias y pruebas, nunca te darán la razón y únicamente desean tenerla ellos a base de gritar y gesticular.
Para demostrar los diferentes puntos de vista, compartimos esta fábula entre un burro, un tigre y un león.
El burro le dijo en una ocasión al tigre: «El pasto es azul»
A lo que el tigre respondió: «No señor, el pasto es verde»
Estuvieron discutiendo el tema, sin llegar a ponerse de acuerdo un buen rato y decidieron someterlo a un arbitraje imparcial y veraz. Para ello acudieron ante el Rey de la Selva, el León.
Entraron en la selva y llegaron al lugar donde el León estaba sentado en su trono y al verlo el burro comenzó a gritar: ?»Alteza, a que el pasto es azul»
Pero el tigre no se daba por vencido y seguía afirmando que el pasto era verde, discutía y discutía.
Al ver esto, el León dijo: «Cierto es, el pasto es azul».
Por lo que el burro sintiéndose victorioso se dirigió al León y le dijo. ? Alteza, el tigre me está molestando y contradiciendo, castígalo.?
Entonces el León sentenció: «El tigre será castigado con cinco años de silencio».
El burro entonces salió corriendo y gritando: ? El pasto es azul, el pasto es azul?.
El Tigre aceptó el castigo no sin antes preguntar al León: ¿Su Majestad, porque me has castigado cuando sabes perfectamente que el pasto es verde?
El León respondió: «Efectivamente el pasto es verde».
¿Entonces porque me castigas? Preguntó el Tigre.
«El castigo no tiene nada que ver con el color verde o azul», respondió serenamente el León.
¿Entonces?. volvió a la carga el Tigre.
«El castigo se debe a que no es posible que una criatura inteligente y valiente como tú, pierda el tiempo discutiendo con un burro y venga a hacerme perder el tiempo a mí». Por eso te castigo. La peor pérdida de tiempo es discutir con el necio y el fanático a quien no le importan las verdades, solo sus creencias e ilusiones.
Hay muchas personas que, aunque les presentemos evidencias y pruebas, nunca te darán la razón y únicamente desean tenerla ellos a base de gritar y gesticular. ¿Nunca discutas con un burro, porque nunca llegarás a convencerle, y te hará quedar como un burro.
«No sé quién sea el autor de esta fábula, pero podemos llegar a una conclusión, «No discutas con burros». Aunque esta fábula es muy antigua, los tiempos son los mismos, la historia se repite y los burros se multiplican, los vemos todos los días y es imposible desgraciadamente hacerlos entrar en razón.
Moraleja: no seamos burros porque cualquier persona medianamente inteligente, hará como el león y nos castigará con toda la razón.