Esta semana necesitaba compartir con ustedes un pensamiento que traigo desde algunos días atrás, cuando se me formó un nudo en la garganta, viendo los resultados de las recientes elecciones presidenciales en Colombia
De donde yo vengo, se dice que tienes un nudo en la garganta cuando hay una contracción emocional que aprieta tu pecho y sientes que algo te sorprende de forma tan inesperada, que no te deja decir todo lo que sientes o miras hacia atrás buscando el pasado reciente, y vienen tantas cosas a tu mente que se hace imposible decir en voz alta todo lo que alcanzas a pensar en un abrir y cerrar de ojos
Sabemos que uno de los ejercicios mas peligrosos es decir todo lo que pensamos, pero cuando hablamos de elecciones presidenciales de un país, y nos referimos al destino o suerte que correrán todos sus ciudadanos a partir del resultado de estas elecciones, me preocupa demasiado asomarme en la ventana y darme cuenta que nadie esta celebrando, y muchas son las personas que escriben en las redes sociales, preguntándose “ahora que viene?”
Desde mi rincón y sin perder de vista el horizonte, sigo pensando que toda meta trazada, debe tener un punto de partida y una fecha de llegada, sumarse al colectivo y trabajar en equipo para buscar el mismo resultado, siempre será el camino mas corto para el éxito, sobre todo cuando estas claro en lo que quieres, porque eso hará que sea más fácil tomar las decisiones correctas.
Al final del camino, entenderás que, aunque las cosas no sucedan como esperabas, terminaran resultando como las necesitas y si eres una persona de fe, lograrás dominar tus emociones la serotonina, te permitirá ser agradecido con cada situación que se genera en tu entorno y tu dimensión mental, te permitirá aprender desde un nuevo escenario, cual es la ventaja del camino recorrido y cuantas herramientas o fortalezas te llevas, para la nueva experiencia.
Dicho de otra forma, a partir de los cambios que se presenten, lo mas valioso que tenemos los seres humanos es la capacidad de adaptarnos y trabajar de forma constante en función de las cosas que consideramos valiosas
Y como dicen por ahí, no decidir es también una decisión