Decir las cosas sin ofender a nadie pasó de ser una habilidad de algunos a una necesidad para todos los ámbitos de la vida.
Hoy quiero compartir con ustedes unos valores descritos por María Paula Alonso, en su reciente libro, “sépalo decir”
“Los errores a la hora de hablar vienen de los pensamientos previos no conscientes, es decir, aquellas palabras que con frecuencia vienen de decisiones que tomamos de forma individual; o situaciones que asumimos antes de hablar, e incluso de dar por sentado un punto de vista”
Y esto no solo se limita a un plano laboral. De hecho, necesitamos aprender a decir las cosas en todos los aspectos de la vida. En la casa cuando llega cansado y no quiere lavar la loza; en la cita médica cuando hable con su doctor de cabecera; en la peluquería para que le entiendan el corte que desea y hasta en un trancón vehicular, para que lo dejen pasar sin tener que insultar a nadie.
Recientemente publiqué un post muy comentado, donde decía lo siguiente
«el mensaje no está en la palabras, sino en la gente
y tus acciones son las que definen quién eres realmente»

Por eso hoy quiero compartir 7 valores fundamentales para decir las cosas sin que nadie salga herido:
1. Piense antes de hablar A veces las cosas más sencillas resultan las más difíciles y sobre todo si hablamos de comunicación. Sin embargo, Alonso asegura que para dirigir bien sus palabras debe evitar caer en: pensamientos extremos; juicios de valor; ignorancia de emociones y no identificar la necesidad real.
2.Conecte con la persona En un mundo donde los resultados se aprecian más que los procesos, es necesario que se conecte con la persona. Esto se refiere a tener empatía y buscar algo que tenga en común con esta persona o, incluso, tener un interés genuino, sobre todo si tiene que hablar con ella constantemente.
3. Valore el punto de vista del otro Pensar que usted tiene la razón todo el tiempo es uno de los errores más comunes. Ahora, lo realmente necesario para tener una conversación enriquecedora es validar la idea del otro. “Esto no implica estar de acuerdo con la otra persona, sino más bien reconocer el sentimiento del otro y acompañarlo en el camino”, comenta Alonso en su libro.
Una vez escuche genuinamente a la otra persona, empezará a flexibilizar su punto de vista, dándole más argumentos a favor o en contra.
María Paula Alonso
4. Reconozca las emociones La mayoría de las discusiones empiezan por no identificar a tiempo cómo se siente la otra persona. Por eso es vital que vea las barreras emocionales para que encamine sus palabras. “Si la discusión no tiene punto de retorno, lo mejor es NO reclamar ni responsabilizar al otro de las emociones con frases, como: “me hace sentir mal o usted me hace enojar”. Más bien diga, “ese tipo de comentarios no me hace bien o esa palabra me ofende”, para llegar a nivelar el grado de emociones del momento”
5. Piense en sus conversaciones a futuro Aunque parezca un poco acartonado, es mejor estar preparado para conversaciones en las que saber que va a tener dificultades, como por ejemplo, una renuncia o aumento de salario en su trabajo. Para facilitar las cosas escriba un guion en el que siga el siguiente orden: frase de intención; apertura; argumentos; llamada a la acción y cierre. “También piense en las respuestas a las preguntas: ¿Quién es esta persona? ¿Para qué hablar? ¿Qué quiero obtener de esta conversación? y ¿Lo que diga hoy, impactará lo que haga o diga mañana”,?
6. Jamás use el afecto como un arma verbal “Equipo estoy muy triste porque no cumplieron con la meta del mes”, ¿le suena familiar? Si alguna vez ha escuchado esta frase, felicidades ya sabe qué es usar el afecto como un arma verbal. Resulta que decir las cosas sin ofender también incluye usar el afecto para castigar a alguien por no ser como usted espera. “El afecto no debe relacionarse con hablar con alguien. Independientemente de hacia quien se incline el afecto, la comunicación debería fluir con naturalidad, sin caer en frases como: “Me tiene que pedir disculpas; le puse los puntos sobre la íes o le quité el saludo porque estoy ofendido con esa persona”,
7. Elimine las etiquetas que tiene de usted mismo Soy temperamental, tímido, iracundo, imprudente, explosivo, sensible, ingenuo o complejo. Estas son algunas de las palabras más recurrentes para excusar su forma de decir las cosas, pero usted es mucho más que sus comportamientos. “Identificar sus talentos y tenerlos en la consciencia le ayudará a callar las excusas y tener mayor fluidez, seguridad y calma para integrarse a una conversación”,
Expresiones como estas … “es que yo soy así y así se hace porque yo lo digo…”esa es mi forma de ser y así somos todos en mi familia”, … «nosotros los de esta región, siempre decimos así las cosas”
Te suenan familiares?
Luego de haber leído este articulo, están preparados para cambiar o son de los que usan estas expresiones y no piensan antes de decir las cosas?