Que valga la pena lo que hacemos

Cuantos de nosotros hemos dejado de avanzar en nuestros planes personales por actuar según la conveniencia del momento, comenzando el día muchas veces sin tener claras las metas personales o simplemente nos dejamos llevar por las circunstancias, sin enfocar un plan concreto

Hacer lo que nos hace feliz y hacerlo bien

El no saber lo que queremos en la vida o no saber dibujar esa imagen de próximo paso que nos llevará a nuestras metas, nos llevará por la vida en una forma de “piloto automático” donde únicamente buscaremos recursos para pagar las facturas, asistir al colegio, cumplir con nuestras responsabilidades en el trabajo, pero siempre desde un punto de vista aburrido, cansados, sin ninguna ilusión, dejándonos llevar simplemente por las circunstancias, perdiendo nuestro plan de misión de vida y renunciando al optimismo y la fe que nos permite aferrarnos a más y mejor calidad de vida

Si te sientes identificado con alguna parte de la descripción anterior, es porque de alguna manera sabes que has renunciado a la capacidad de observar, prevenir, planificar y anticiparte al diseño y análisis detallado de las cosas que nos rodean y las acciones que nos llevan a esas metas que en algún tiempo pensamos que podíamos alcanzar

Recordemos la conocida frase de Walt Disney donde nos invita a creer en un mundo de fantasía en el que cualquier cosa puede hacerse realidad

“Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te llevará donde quieres estar mañana”

Walt Disney

Todos tenemos una idea más o menos clara de donde nos gustaría llegar y de cual posición queremos ocupar dentro de, quizás 10 años. Por cierto, cuanto más adulto eres, más claro deberías tener donde quieres estar en el futuro. Frente a esta realidad, no hay planes u objetivos que sean mejores que otros. Tan apropiado y correcto es tener aspiraciones de ser el director general de la multinacional en la que trabajas como imaginarte jubilado viendo pasar las horas bajo las palmeras, mientras pescas tranquilamente en alguna playa de tu preferencia. Se dice también que los objetivos deben ser alcanzables y medibles, o lo que es lo mismo, hay que ponerse metas que puedas conseguir, aunque sea con cierto esfuerzo. Pero tampoco quiero entrar en eso. Se trata simplemente de tener un objetivo más o menos claro en tu vida

En mi vida laboral, he conocido muchas personas que dicen querer asumir nuevas responsabilidades y sin embargo no hacen absolutamente nada para formarse o reciclarse en sus competencias. Así como tampoco entiendo a los que dicen estar preparados para liderar equipos y no hacen más que lamentarse por la posición que ocupan o critican a quienes preceden los puestos que ellos anhelan. Así como aquellos que se lamentan porque se aburren soberanamente en el trabajo, pero no son capaces de dar un paso adelante para explorar nuevos retos o intentar un cambio de ocupación, dentro o fuera de su actual empresa

De cara a estos escenarios, me gustaría recomendarte algunas cosas básicas que siempre te darán resultados:

– Estar dispuesto a colaborar y apoyar a los demás, manteniendo una buena actitud en todo momento.

– Realizar de vez en cuando una autocrítica a tu trabajo y escuchar las críticas de los demás, lo que te ayudará a crecer y a ser más productivo.

– Mantener tu red de contactos profesionales y no dejar que esa relación que tenías con aquella persona influyente en tu sector caiga en el olvido, aportando valor a lo demás miembros de la red de contactos.

– Y especialmente, no dejes de aprender nunca.  Apúntate a cursos, lee, relaciónate con otras personas que te puedan aportar conocimientos valiosos… en resumen, no pierdas esa curiosidad innata que todos tenemos y sigue aprendiendo.

Cosas como estas y tener un enfoque claro en tus metas, son las que de seguro te llevarán a donde quieras estar mañana.