Estar involucrado significa participar en algo, mientras que estar comprometido implica darlo todo para lograr un objetivo
Ambos conceptos son importantes y complementarios para lograr un buen desempeño y unos buenos resultados
Cuando estás en un negocio basado principalmente en servicios, ya no se trata solo de tus objetivos. Debes considerar los objetivos de tus clientes, socios y equipo y estar tan comprometido con estos como con los tuyos. Eso significa estar emocionalmente conectado con los resultados que entregas. Cuanto más profundo sea tu compromiso, más pensarás y actuarás de manera diferente.
Por ejemplo, hace un par de años me invitaron a una charla, orientada a un grupo de migrantes, sobre el éxito en las comunidades dedicadas a los emprendimientos.
Ese día compartí la historia del puerco y la gallina
Una parábola clásica utilizada en el mundo de los negocios y el liderazgo para ilustrar la diferencia entre estar involucrado y estar comprometido. Vamos a explorar esta historia y su aplicación en la creación de una empresa de huevos con jamón.
La Historia del Puerco y la Gallina, nos ilustra una conversación entre un puerco y una gallina que eran grandes amigos. Un día, mientras conversaban sobre sus sueños y aspiraciones, la gallina tuvo una gran idea:
- Gallina: “¡Oye, puerco! ¿Qué te parece si abrimos un restaurante juntos?”
- Puerco: “¡Eso suena genial! ¿Y qué tipo de comida serviremos?”
- Gallina: “Podríamos servir desayunos. ¿Qué tal huevos con jamón?”
- Puerco: “Mmm, me gusta la idea, pero tengo una pregunta: ¿qué implica eso para cada uno de nosotros?”
La gallina, pensando en su parte, dijo:
- Gallina: “Bueno, yo pondré los huevos y tú el jamón.”
El puerco se quedó pensativo por un momento y luego respondió:
- Puerco: “Espera un momento, amiga gallina. Para ti, poner huevos es estar involucrada en el negocio, pero para mí, dar el jamón significa estar completamente comprometido. ¡Es una gran diferencia!”
Lo mismo pasa en las relaciones personales, en la oficina, y también en un juego de golf

La pelota es fundamental en el juego, pero no tiene control sobre su destino. Ella es golpeada por el jugador y sigue la trayectoria impuesta por la fuerza y la técnica aplicada por el jugador. Su papel es importante, pero pasivo; esta involucrada en el proceso pero no tiene voluntad o control propio.
Si aplicamos esta analogía a diferentes ámbitos, podemos decir que la pelota de golf es como la gallina: importante para el juego, pero sin verdadero compromiso. En cambio el puerco representa a quienes se entregan completamente a un proyecto, o una meta.
Ahora que manejamos con claridad la experiencia, podemos definir ambos conceptos:
COMPROMETIDO
En primer lugar, cuando estás comprometido, ya sea en los negocios o en tu vida personal, haces lo que dices que vas a hacer, mueves cielo, mar y tierra para cumplir con tus compromisos.
Si no estás completamente comprometido con el proceso de lograr tus objetivos, no los alcanzarás o te tomará mucho más tiempo del necesario
INVOLUCRADO
Y seamos claros, las personas que no están comprometidas no son necesariamente malas, es más una señal de su rendimiento a futuro que otra cosa.
Antes de comprometerte considera estas preguntas para evaluar adecuadamente la situación:
¿Dónde estás?
¿Hacia dónde te diriges?
¿Qué tienes que hacer para cumplir tu misión?
¿Cuáles son los posibles imprevistos con los que te podrías encontrar?
¿Hay algún costo oculto asociado con esos probables problemas?
Una vez que te enseñas a ti mismo a pensar de esta manera, tu capacidad para estar completamente comprometido, honrar esos compromisos y convertirte en un líder fuerte, construirá la base para el éxito a largo plazo.
La capacidad de lograr tus objetivos con la máxima integridad, disciplina y optimización depende de tu compromiso, no de tu participación.